La cuestión es que si este día para ti es importante, no te dejes llevar por el haterismo de los demás y celebralo. Que estar enamorado es muy bonito.
Nos encanta que lleguen este tipo de días especiales. Porque sacamos a relucir una vena cuñada, con el coaching y un,
pequeñísimo, toque hater. Hay varias cosas que no podemos evitar: la primera celebrar toda fiesta que se precie. La segunda mirar en las redes, y en la vida en general, para ver qué tal se comporta la gente con estos temas y sacar algunas perlitas como las que os contamos hoy.
- San Valentín te encanta: si nos seguís habitualmente, sabréis que nosotros somos muy de la fiesta. Muy mal se nos tiene que estar dando el día para que le digamos que no a algo que se parezca a una celebración. Lo importante es disfrutar. Así que, si te gusta San Valentín, tienes pareja para celebrarlo, no la tienes pero lo quieres celebrar porque te quieres mogollón o lo quieres celebrar porque sí, sin más explicaciones, ADELANTE.
- San Valentín lo odias: en el primer punto venimos nosotros a soltar cuatro consignas de vivir feliz, y posiblemente alguno nos recordará que nuestro más hater también sale a pasear de vez en cuando. Vale, sí, a veces lo somos. Pero NO vamos a hatear San Valentín. Eso sí, muchos hoy se dedicarán a odiar este día. Seguramente no tendrán claro por qué, pero lo odiarán.
- Entras a las redes a sufrir: eres un hater y encima no tienes reparos en sufrir lo indecible. En vez de pasar el día como otro cualquiera, y no sufrir por deporte, te pasas el día en Twitter y en Instragam rajando de las fotos románticas.
- Aseguras que estás soltero porque «el tema de las fiestas comerciales» no va contigo: el caso es que no tienes razones para celebrar San Valentín, pero necesitas encontrar una excusa para ser un/una ‘single’ y, sacando el argumentario tradicional, tiras de lo que tienes mas a mano y aseguras que esta fiesta es un invento de XXX (inserte cadena comercial).
“Odio febrero, todos vueltos locos comprando globos y chucherías por San Valentín, puro consumismo, qué asco.”
—Yo disimulando mi soledad.
— El Guarromántico (@Guarromantico_) 2 de febrero de 2018
Si quieres, ¡celebra San Valentín!
Publicas a los cuatro vientos que estas soltero/a
No tenemos muy claro porque se hace, la verdad. También puedes publicar que te has comprado una chapata para comer. No tenemos muchos datos en esta materia pero creemos que poca gente ha pasado un San Valentín con pareja después de haber publicado el anterior que estaba soltera.
Te das cuenta de que te mueres de envidia por celebrar San Valentín
Este es un proceso natural. Al final, puede que esta fiesta no te guste, pero te das cuenta de que, si la celebras, es porque la estás compartiendo con alguien. Puede que digas que a esa persona la vas a querer igual un 21 de agosto, que también, pero no se nos puede escapar lo bonito que es el amor.
Te das cuenta de que te da exactamente igual
Y que se pare el mundo que te bajas el 14 y te vuelves a subir el 15. No eres nada de lo anterior. Simplemente el 14 de febrero lo pasas igual que un 7 de noviembre. Pero con un diferencia: ni echas de menos tener pareja, ni te metes a sufrir en las redes sociales, ni empiezas a inventarte excusas para no celebrarla. La nada, esencialmente.
Acabas confesando que tu único amor es una bolsa de Jumpers
Y eso, para nosotros, es todo lo que necesitamos cada 14 de febrero. Y cada 1 de marzo si forzamos.
¡Madrugar es de guapas!#FelizSanValentín y lo que surja.
— La vecina rubia (@lavecinarubia) 14 de febrero de 2018