Con suerte, serás uno de esos afortunados/afortunadas que cuando llega la Semana Santa puede disfrutar de cuatro días de fiesta. Unas jornadas perfectas para descansar, pero también para hacer planes que controlen un poco el mono del verano. ¿Ya sabes lo que quieres hacer? En un país como el nuestro las opciones son elevadas. Y como nos gusta echarte una mano con las elecciones importantes de tu vida, aquí llegamos nosotros con lo que haríamos si tuviéramos cuatro días de fiesta:
Aprovechar la nieve
Este artículo se está escribiendo en pleno mes de marzo (el año ya no importa tanto), y la pregunta es concreta: ¿en serio todavía no has ido a pasar un par de días a la nieve este año? Afortunadamente, las cumbres españolas han gozado de muchos litros de nieve en el invierno de 2018, y la temprana Semana Santa ha provocado que esta combinación de factores sea ideal para coger un trineo, una bolsa de basura grande o la tablar de snow y embarcar hacia una zona con nieve. No olvides que también existe otra opción: calzarte unas raquetas de nieve y hacerte una ruta por la montaña, o incluso de fondo. Todos ellos planes que, a buen seguro, pueden culminar con la apertura de una bolsa grande de Jumpers.
Elegir un punto gastronómico
Pocas cosas hay tan claras en el mundo como que en el terreno de la comida tienen muy complicado ganarnos. Para los que tienen la suerte de disfrutarlos, juntar cuatro días de fiesta no es sencillo, y pueden ser la excusa perfecta para viajar a cualquiera de las ciudades en las que controlar el hambre es más que complicado. Logroño y su calle Laurel, Bilbao o San Sebastián (de las que no hace falta decir demasiado) o Zaragoza y su ‘Tubo’ son ciudades que, a buen seguro, se encargarán de recibirte con los brazos abiertos para disfrutar de unos buenos bocados.
Ir al Basque Fest
Es solo un ejemplo de todos los eventos de carácter festivo a los que se puede acudir. Este festival lo organiza el Ayuntamiento de Bilbao y sirve para convertir la ciudad vasca es un hervidero de actividades de todo tipo. Cultura, ocio y gastronomía en una ciudad preciosa. En El Arenal se puede disfrutar de una Carpa Gourmet con 1.500 metros cuadrados de pitanza, que puedes bajar mientras ves un concierto o das un paseo por la ría en batel. Dicen que Bilbao no cierra en Semana Santa, y parece que no andan desencaminados.
¿Un parque temático?
La Warner (Madrid) o Port Aventura (Tarragona) están abiertos durante Semana Santa, aunque también otros puntos como Dinópolis en Teruel. Son planes que se pueden hacer en familia, pero también sin niños. Abiertos a cualquier edad. Y es que, ¿a quién no le apetece un buen Shambhala de vez en cuando?
Relax en Semana Santa
Muchos de los planes aquí descritos no son para estresarse mucho, pero si lo que estás buscando es relax 100% puedes optar por alternativas de altísimo valor como un par de días en un spa, que eso le cura la mente alterada a cualquiera. Elige entre los centenares de spa que hay por España y a disfrutar. Lo bueno de este plan es que solo te exige una cosa: olvidarte de todo.
Todo ello sin olvidar la tradición
Y, por supuesto, no puede faltar uno de los mejores planes para unos días marcados en rojo para muchos en nuestro país: acudir a las ciudades con las mejores procesiones de Semana Santa. Al final, viajar a una ciudad-referencia en este terreno es una combinación de muchos planes: es un buen motivo para salir de la rutina, seguro que mal no se come (porque comer mal en España, al final, es complicado) y puedes ver las procesiones más bonitas del lugar en combinación con alguna visita pintoresca por los alrededores. Opciones para cubrir este espectro tienes muchas: Andalucía es punto de referencia internacional, pero también Zaragoza, Covarrubias (Burgos) y su procesión viviente del Viernes Santo, Zamora, Valladolid… procesiones espectaculares puedes encontrar en decenas de rincones españoles.