Los mercados gastronómicos están al alza y son una opción cada vez más aceptada para comer o cenar.
Si de algo sabemos en España es de comer. Tenemos un máster en gastronomía y eso no nos lo quita nadie. Nos va la marcha y el picar a la hora y entre horas. El tapeo es algo que llevamos en nuestro ADN y hasta hemos alumbrado una nueva modalidad de viajes: el turismo gastronómico, que consta de hacer las maletas para ver qué tal le dan a los fogones en otros rincones de la geografía. ¿Os apetecen unas buenas tapas?, pues echad gasolina al coche o reservad unos billetes para descubrir dónde dar los mejores bocados de España.
Mercado de Puerta Cinegia (Zaragoza): no está en los rankings porque es de lo más nuevo de la parrilla gastronómica. Con su barra de Ambar bien grande y visible en el centro, los visitantes se pueden mover a su antojo por las barras y degustar algunos de los platos más top de la ciudad. Croquetas, comida mejicana y, por supuesto, el segmento ibéricos están presentes aquí. Cuidado: un gran Cesar Augusto os vigila.
Viajamos a Madrid y hacemos dos paradas. Por el mercado de San Miguel hay que pasar. De hecho como está cerca de la Plaza Mayor lo difícil es no acabar allí. En este espacio no importa el cocinero, sino la pieza que te llevas a la boca. Cada puesto está especializado en lo suyo, así que los amantes –por ejemplo- de la carne ya saben dónde moverse sin necesidad de ir puesto por puesto como pollo sin cabeza. Para los que se quedan con hambre, hay que pasar por el Mercado de San Antón. Está en Chueca, un barrio donde saben muy bien de qué va la fiesta. Su mercado refleja la identidad del barrio: un sitio moderno donde combinar las tapas y las cañas con espectáculos variados (desde conciertos hasta flashmobs).
Mercado de Palo Alto (Barcelona): se celebra el primer fin de semana de cada mes. Y allí se combina lo que ahora mola: foodtrucks y comida de esa moderna que hay que atreverse a probar se juntan con un elenco de puestos donde comprar muebles vintage o moda muy fashion. Vamos, que debemos pisarlo.
Lonja del Barranco (Sevilla): catalogado por los gaznates expertos como un templo del tapeo, allí se disfruta entre semana de un concepto que debería estilarse un poco más en España: el afterwork, que consiste en ir a tomarte algo después del trabajo. Por este motivo, pases cuando pases tienes altas opciones de encontrar un buen ambiente y, con suerte, hasta tapeas con concierto.
Mercado de la Ribera (Bilbao): en el País Vasco se come de escándalo. En Vitoria y San Sebastián hay unas rutas de pinxtos que quitan el sentido, pero hemos venido a hablar de mercados. Entra en nuestro ranking por la calidad de sus bocados y porque allí se puede disfrutar de un buen ‘brunch’, eso que no es desayuno pero ya te quita las ganas de hacer la comida. Y además, disfrutas de una ración de jazz. Imprescindible.