Los hay de varias clases. Se deben diferenciar bien antes de posicionarse en una etiqueta. ¿Le ponéis nombre a cada una de nuestras propuestas?
Como siempre decimos, hay tantos tipos como vosotros podáis imaginar. Pero a nosotros, por razones de espacio, nos gusta ceñirnos a una lista ‘cortita y al pie’. Creemos que todos los tipos que aquí hemos identificado existen en todos los grupos pero, ¿estáis de acuerdo con nuestras conclusiones?
El cuñado
Tan querido como odiado pero una figura imprescindible. Es el pegamento del grupo, aunque duela decirlo. Es una de las voces cantantes, básicamente porque suele ser el que más chilla. Todo el grupo le espera impaciente para analizar la actualidad más candentes, de hecho en sus manos está arreglar el mundo. Y ojo, que ahora ha gando Trump y tiene por delante cuatro años de verdadera matraca política. Id preparando el argumentario.
El ‘agendas’
Una figura que suele desquiciar bastante, pero que siempre existe. Parece poco menos que un empresario de alto rango, puesto que casi nunca sabe si puede quedar. Se le incluye en los planes por respeto, pero no suele separarse de su mantra: “No sé si voy a poder” Muchas veces termina apareciendo en las quedadas, pero llegará tarde “si eso” y se irá antes que nadie porque, claro, ya tenía planes. Su agenda social siempre está llena pero, curiosamente, no para veros a vosotros. ¿Planear algo con una semana? Venga hombre, vamos a ser serios.
El gurú
Es una mezcla con el cuñado, pero este sienta más cátedra en temas especializados. La diferencia radica en que el cuñado lanza consignas como «la natación es el deporte más completo», y el gurú complementa la frase aclarando cuántos largos tienen que hacer en cada sesión. Usa frases cortas y contundentes. En muchos casos, suele ser también el que guía al grupo en los devenires del plan en cuestión.
El gourmet
Es el que pone la comida, el que maneja la guía gastronómica y lleva el bote para sufragar la noche. Si se ajusta a lo parámetros estándar, no tiene muy en cuenta las calorías que se consumirán en el evento. Si la cita es outdoor, elige el sitio para comer o juntarse; y si es en la casa de un componente del grupo confiad en él: no aparecerá en el piso franco si algo de comida bajo el brazo.
El hemerotecas
Siempre, y repetimos siempre, abre la veda de las historias míticas del grupo, por muy embarazosas que sean algunas. Tiene varias historias de referencia que las cuenta sin importar cuantas veces lo ha hecho ya en el pasado. Su gran momento es evidente: cuando hay alguien en la cita que no conoce su anécdota favorita. La volverá a contar como el primer día y disfrutará como un niño pequeño mientras lo hace.
El agente libre
Este es más tecnológico. No es amigo de quedarse en los grupos de WhatsApp y suele huir de ellos. Lo hace de dos formas: o con nocturnidad y alevosía, para no levantar ampollas, o bien lo hace directamente y a la cara, sin tener muchos remordimientos por ello. No está en el grupo, pero tiene topos que le informan de todo y es capaz de llegar el primero a la cita. Suele ir por su lado, apareciendo y despareciendo a su antojo. Puede estar, fácilmente, varios meses sin dar señales de vida, pero a su retorno todo seguir igual en la viña del señor.