En Cantabria o en Galicia seguro que saben muy bien de lo que hablamos: que salga un día de lluvia no puede ser sinónimo de quedarse en casa siempre. O al menos lo que no nos podemos permitir es tirar el día sin hacer nada de nada. Que luego nos arrepentimos de los planes mal ejecutados. El caso es que el otoño es una estación que se presta a los días o a las tardes lluviosas. Y es en esos momentos cuando aparece el fantasma de «qué hago si está lloviendo». ¡Pues lo que tú quieras!
Cancelar tus planes solo porque tienes que sacar el paraguas a pasear no es la mejor de las alternativas. Sobre todo, cuando nosotros te podemos proponer 5 planes maravillosos y tres de ellos van a implicar que te prepares para volver a casa algo mojadx. A ver con cuál de todos estos te atreves la próxima vez que se ponga gris el cielo.
Salir a mojarte
En serio, hazlo. Que solo es agua. Coge un buen paraguas, la ropa suficiente para que la lluvia no sea un problema y sal ahí fuera. Si sabes dónde buscar, las ciudades se ponen preciosas con la lluvia, y el olor a mojado cuando termina la tormenta es un lujo gratuito que cada vez podemos saborear en menos ocasiones. Y salta sobre los charcos, por lo que más quieras. Se está perdiendo lo de saltar sobre los charcos.
Irte a correr
Pocas cosas hay más épicas para hacer un día normal de tu vida que irte a correr si está lloviendo. Te sentirás como en los entrenamientos del ejercito que ves en las películas. Además, dependiendo de la zona de España en la que vivas, si la lluvia es una excusa para no hacer deporte te pasarás media vida en casa. Nosotros no somos expertos en running, pero hemos consultado con gente que sabe de lo que habla y aconsejan lo siguiente: lleva ropa impermeable pero transpirable, haz el calentamiento y los estiramientos en seco y si la lluvia se pone muy intensa, mejor quédate un rato a refugio.
Jugar en un parque
Lo fácil es decir que si llueve te quedas en casa. Total, hay muchos más días soleados en los que hacer cosas. Y bajo esta excusa nos estamos perdiendo cosas maravillosas. Puedes salir a mojarte sin más paseando por la ciudad, o puedes calzarte unas botas y ponerte una capucha para irte a un parque con tus hijos, sobrinos o sin niñxs (aunque este punto va más orientado a su presencia) a la vista y hacer de todo lo que se te ocurra. Hacer una batalla de hojas mojadas, pintar cosas sobre el barro con ramas de árboles o montar en los columpios bajo el agua. Te llamarán locx, pero los niños recordarán ese día durante mucho tiempo.
Ponte a cocinar
Vale, ya te hemos propuesto tres cosas para hacer con una capucha en la cabeza. Pero si todavía te resistes a que el agua recorra tu chubasquero mientras nos haces caso y te empapas, puedes aprovechar que ahí fuera no hace el mejor el día y ponerte manos a la obra para cumplir con uno de los grandes objetivos vitales de cualquier ser humano que se precie: aprender a cocinar. Y si eres un experto a los fogones, solo tienes que aprovechar que la lluvia te ha dado algo más de tiempo para hacer ese gran plato favorito que en otras ocasiones no haces para no liarte demasiado.
Llamar a tus amigxs
Y quedar con ellos, claro. Puede que seas un amante de los Jumpers, pero seguro que la rutina te tiene atrapadx y a los tuyos no les ves la cara tanto como te gustaría. Muy bien, pues problema resuelto: si está lloviendo solo tenéis que tirar de tradiciones nórdicas y juntaros en una casa para tomar algo. Se puede cenar sin más o podéis alegrar un poco el plan con un concurso de tapas en el que cada uno ponga a trabajar su magia culinaria. Seguro que al terminar la cita alguno dice las palabras mágicas. Esas de «la próxima tarde de lluvia otra vez eh»
¡Comprobado! Que la lluvia se apodere de nuestros días en otoño no debería ser un problema. Ahora te toca a ti: ¿qué te gusta hacer cuando amanece un día lluvioso?