Hemos de ser sinceros: la conclusión del título no es fruto de ningún estudio científico, pero si leéis lo que tenemos para vosotros en este artículo veréis que tampoco estamos tan desencaminados.
En el II Congreso Internacional de la Felicidad lo tuvieron claro: compartir es la clave de ser feliz. Por supuesto que estamos hablamos de un concepto amplio, pero si extrapolamos conclusiones podemos decir que los amantes de los Jumpers tienen que ser muy felices. Y es que, si por algo destacan nuestros fans en las redes sociales, es por su afán en compartir sus Jumpers favoritos.
Utilizamos nuestro perfil en Facebook, al que deberías seguir si no queréis perder detalle de nada, para preguntar a nuestros amigos con quién compartirían una bolsa de Jumpers. Las respuestas, tal y como esperábamos, no defraudaron: todos compartirían con alguien. Solo un mínimo porcentaje se quedaría con una bolsa para ellos solos. Que bueno, en el caso de no ir acompañado de nadie, tampoco nos parece una mala opción. Tampoco queremos ser nosotros los que creemos un ejercito de gente que ofrece Jumpers por la calle a desconocidos.
Compartir es vivir
Expertos al otro lado del charco, donde allí se entiende de todo, y es raro encontrar una universidad que no haya hecho un estudio al respecto, aseguran que -dentro de todas las claves para ser feliz- debemos seguir dos pautas muy relacionadas con el tema que tratamos: hay que encontrar momentos cada día para estar solos, y reencontrarnos con nosotros mismos y esas cosas, pero también hay que dar rienda suelta a los momentos con amigos o familia. Y no, las conversaciones por WhatsApp no valen como contacto social.
Bien, pues los amigos de los Jumpers en este aspecto sacan un sobresaliente. Sin duda. Pero, y aquí viene la pregunta importante, ¿con quién compartirías tu una bolsa? o, mejor dicho, ¿con quién se comparten los Jumpers?
- Con los amigos: no hay que ser un gran sociólogo para saber que nuestros amigos son la primera opción a la hora de degustar unos Jumpers. No es de extrañar porque, a pesar de que ningún experto haya hecho un estudio sobre ello, es una excusa perfecta para quedar con amigos y tomar algo con tranquilidad. Lo bueno es que da igual la hora, el momento y -entre comillas- el lugar (no te pongas a comer Jumpers en una reunión del trabajo, por favor). Son pocos los que aseguran que, llevando una bolsa en la mano, no ofrecerían a su acompañante.
- Con los hijos: y con las hijas claro. ¿Sabías que hay un montón de madres que nos han contado que trasmiten la pasión por los Jumpers a sus hijos? Es una tradición más extendida de lo que parece, y de la que nos alegramos mucho, por supuesto. La transmisión de los buenos conocimientos entre padres e hijos es algo ancestral que no se puede puede perder. El vicio de la lectura, por un buen plato de comida, por viajar… o por no dejar ni una sola miga en su paquete favorito. Larga vida a las sagas familiares.
- «Con mi marido» o «Con mi mujer»: cuando lanzamos alguna pregunta en nuestras publicaciones ganan por goleada las chicas, así que es más habitual la primera respuesta que la segunda. Igual que sucede con el segmento de los amigos, parece escrito en los mandamientos Jumpers que compartir con tu pareja es algo inexcusable. ¡Y que siga así por mucho tiempo!
Bonus track: ¡con tu mascota! En esta última ocasión nadie dijo que comparte con su perro, pero nos consta (y hay fotos que lo atestiguan) que más de uno sabe cuando su dueño tiene una bolsa de Jumpers en la mano y no duda en solicitar su ración de la forma correspondiente. Si tenéis un perro que come Jumpers, enhorabuena, tenéis una mascota con mucho gusto.
Si no has respondido todavía es el momento de hacerlo, ¿con quién compartirías unos Jumpers?