El TOP de los helados para los más nostálgicos

La nostalgia nos encanta. Y los helados. Nos gustan ambas cosas a partes iguales. Y en verano no podemos dejar de pensar en ellos. De hecho, nos han llegado a proponer hacer helados con sabor a Jumpers, pero de momento no lo vemos muy factible. Y pensando en todo este tema, no podemos evitar recordar algunos míticos helados que nos acompañaron durante veranos épicos. Y los mezclamos con otros nombres veteranos que nos siguen dado alegrías. No nos podrás decir que no te has llevado a la boca ninguno de estos…
 

Calippo

El gran comodín. El gran acompañante del verano. Tres opciones diferentes: fresa, coca cola y lima-limón. Es uno de los grandes veteranos, ya que apareció en los carteles por primera vez en 1984. La historia de su creación tiene su miga, y la puedes leer en este artículo de Verne. ¿Quién no tiene alguien en su círculo de amistades completamente enamoradx de los Calippo?

Frigo Pie

Ahí sigue el tío. Pasan los años y sobrevive contra viento y marea. Se siguen vendiendo como churros, a pesar de que su historia ya se empezó a contar también en los 80 y 90. ¡45 pesetas que llegó a costar! Lo que ahora serían poco más de 20 céntimos. Seguro que recuerdas que tuvo su hermano gemelo: el Frigodedo, aunque en 1992 falleció y ya nunca volvimos a saber de él.

Maxibon

El helado del eterno dilema: ¿por cuál de los dos lados se come? Y eso nos lleva directamente a la siguiente pregunta: sea el lado que sea, ¿cómo nos lo montamos para no ponernos los dedos perdidos? El caso es que cuando te compras un Maxibon ya sabes a lo que te estás arriesgando, pero eso no impide que lo disfrutes como si fuera el último de tu vida. Porque bueno está un rato.

Twister de chocolate

Que levante la mano aquel que no recuerde el mítico Twister de chocolate, el que no se acuerde de ese palo cilíndrico, y el que nunca se manchó la ropa cuando empezaba a gotear sin control. Era otro de los míticos helados imposibles de mantener a raya, pero la verdad que esa combinación de chocolate y nata era espectacular. En nuestro caso, uno de los que más echamos de menos.

Minimilk

Un polo pequeño, barato y perfecto para que tu madre/padre te callara la boca cuando se te antojaba un helado. 25 pesetas que costaba el muy humilde, que te salvaba con su reducido tamaño de los antojos más fuertes de tomar un helado. Luego lo convirtieron en Big Milk, pero eso ya es perder la esencia.

Mikolápiz y MikoBruja

Dos veteranos de los carteles de helados de esta marca. El MikoBruja despareció. Igual que otros ya mencionados era una combinación perfecta de chocolate y nata, que la ibas sacando del cilindro y simulaba ser el pelo de la bruja. Pero vamos, que nosotros pensamos que pocos se dieron cuenta de eso.

Del Mikolápiz poco que decir: ¿quién no se ha comido toda la vainilla en primer lugar para saborear luego del tirón la punta de chocolate?

Drácula

Otro que peina canas: de 1977 data el angelito. Su apariencia era un poco extraña: una mezcla de vainilla, coca cola y fresa por dentro para simular los mordiscos. El caso es que se convirtió en una de las opciones favoritas de niños y mayores. Y es posible que los más nostálgicos todavía puedan conseguir alguno en los congeladores de los supermercados.

¿Cuál de todos estos helados es o era tu favorito?

Nuestra web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies