¿Qué hacemos con los recuerdos de Facebook?

Facebook dice muchas cosas, maneja nuestras vidas y destinos. De todo lo que dice es que, a la gente nos gusta esa diabólica sección llamada “un día como hoy”.

Recuerdos de FacebookSí, hemos repasado las publicaciones que hacíamos hace escasos años y nos damos miedo.

Facebook dice muchas cosas. Se podría decir que, aunque lo neguemos, maneja nuestras vidas y destinos. De todo lo que dice es que, según sus estudios, a la gente nos gusta ser un poquito masocas y estamos encantados con esa diabólica sección llamada “un día como hoy”. Al principio pensamos que la cosa sería flor de un día, que pintaba en broma, pero al final el asunto se ha puesto serio y se ha quedado entre nosotros.

¿Se puede desconectar esta opción? Sí claro que se puede. ¿Nos pondremos serios algún día y lo haremos? Lo más probable es que no por varias razones: por pereza y porque al final entrar en la configuración de Facebook parece que nos da alergia. Además, como ya hemos dicho: todo español que se precie es un poco masoquista. Entrar cualquier día de una semana futura y encontrar la chorrada que dijimos hace cinco años. ¿A quién no le gusta eso?

¿Por qué justo ahora nos damos cuenta de que le tenemos cierto odio a los recuerdos de Facebook? Muy sencillo: el humilde blogger de cabecera que escribe estas líneas reparó hace pocos días en las terribles declaraciones que hacía en Facebook al aterrizar en esta red social. Hubo un día, hace no mucho tiempo, que contar nuestra vida y milagros en una red social no estaba tan mal visto como ahora. Es más, la gente comentaba y se convertían en una especie de gurús vitales para mejorar todo aquello en lo que no éramos decentes.

Por lo tanto, como primera conclusión que justifica nuestro odio de hoy: Facebook no quiere que nos olvidemos de los terroríficos momentos de hace años, aunque ello suponga un claro perjuicio de nuestra salud mental. ¿Hay razones para odiar ‘un día como hoy’? Nuestras argumentaciones:

No queremos leer lo que pusimos hace siete años. Es terrorífico y, muy posiblemente, hablaremos de algo muy banal o utilizaríamos el estado de Facebook para publicar una cantada de órdago. “Tengo móvil nuevo”, “que frio hace” o “que ganas tengo de veranito” serán, probablemente, algunas de las perlas que soltábamos.

¿Hay mejor manera de recordar a gente que ya nos encargamos nosotros de borrar? Los que no han tenido novia en su vida lo tienen fácil: nunca tendrán recuerdos de su ex. Pero hay gente que sufre viendo sus recuerdos. Pero vamos más allá: es posible que nos acaben recordando a esa persona que un día decidimos que era mejor eliminar de nuestras vidas.

“Esas” fotos: tranquilos, que todos las hemos sufrido. Hablamos de esas instantáneas en las que mostrábamos nuestro amor por una copa, exaltación desorbitada de la amistad o haciendo cosas que, seguramente, siete años después no harías. Es ley de vida. Un día lo hicimos y otros tantos años más tarde nos echamos las manos de la cabeza. Pero tranquilos, amigos, si esto ocurre significa que estamos madurando. Todo tiene su lado positivo.

Y vosotros, ¿odiáis los recuerdos de Facebook?

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