Listas para antes de morir: los mejores bocados de España

Templos de comida hay muchos, y elegir el mejor es complicado.

Si eres de esos que luchas siempre por un platazo de calidad, no dudes en coger un mapa, situar todos los puntos que te decimos a continuación y alucinar.

Templos de comida hay muchos. Y decir con rotundidad que hay un sitio en el que se cocina el mejor «X» es muy complicado. Pero la sabiduría popular sabe mucho de estas cosas. Hay gente muy viajada que tiene la autorización para decir al resto de los mortales dónde probar los mejores bocados nacionales. Y nosotros, que siempre tenemos hambre, nos hemos puesto manos a la obra con una recomendación que debería quedar enmarcada.

Vamos al lío, que tenemos tajo:

Croquetas: El Viajero Fisgón, que de estas cosas sabe un rato largo, sitúa le templo de la croqueta en el Echaurren (Ezcaray). «Las manos de Marisa Sánchez fraguaron la leyenda que su hijo Francis Paniego sigue inmortalizando», aseguran los responsables del ranking, que no dudan de catalogarlas como “perfectas”. No es fácil hacer unas croquetas que arranquen el aplauso del respetable, ya que se deben cuidar muchos detalles por el camino.

No obstante, hemos de decir que como aragoneses de pura nos ofende la ausencia de Doña Casta en el ranking. Situado en el tubo de Zaragoza, este local tiene en sus vitrinas el santo grial de la croqueta.

Patatas bravas: Icon, de El País, no tiene dudas a la hora de ubicar las mejores bravas de nuestro país en el Bar Tomás de Barcelona . La cosa no es moco de pavo: llevan 100 años al servicio de la patata y la salsa. Poca broma. La recomendación en este caso habla de las “míticas bravas con all i oli y aceite picante, ligeramente confitadas, blanditas y altamente adictivas». Amén.

Pero no podemos dejar pasar la oportunidad de recomendar dos sitios de la capital aragonesa: el bar Mr Dumbo, especialista en comida siria pero con unas bravas de escándalo, y el Texas, donde muchos aseguran que te vuelves a enamorar de las bravas.

Paella: Un plato que luchó por tener su propio emoticono en WhatsApp merece nuestros respetos. Es importante señalar que cuando hablamos de paella no nos gusta el progresismo. Y es que no es plato que nos guste con muchas innovaciones. Tiramos más conservador y nos gustan, ante todo, las paellas valencianas. «Hay casi tantas maneras de prepararla como valencianos nativos», dicen en la revista GQ, que sitúa la mejor paella en el Restaurante Puigmola de Valencia, donde además nos recomiendan catar los postres. ¿Quién le dice que no a un dulce?

Tortilla de patata: la sabiduría popular dice que la cuna de la tortilla de patata está en el Mesón O Pote, en Betanzos. Por ello la revista Mujer Hoy le otorga la medalla de oro del ranking. No es fácil luchar por un premio en el terreno de la tortilla de patata, donde se abren tantos debates como cocineros. «O Pote es un gran descubrimiento por las proporciones perfectas de su receta», dicen.

El problema reside en que este aspecto no admitimos –mucha- discusión: la mejor tortilla de patata de España está en el bar El Circo de Zaragoza. “Si se nos acaba la tortilla tendríamos que cerrar”, dicen los camareros.

Cachopo: no hay debate posible en este bocado. La patronal del cachopo, o lo que es lo mismo: la Academia de Amigos del Cachopo dictó sentencia: el mejor está en el barrio de embajadores de Madrid, concretamente en el A Cañada DELIC Experience, que se impuso a otras 150 sidrerías de España con una nota de 8,28 sobre 10. «El queso de Vidiago, en su punto, delicioso y fresco»le hacen, entre otras cosas, merecedor del galardón.

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