Esto es no lo que NO deberías regalar en Navidad

Los regalos para los padres son los más complicados de gestionar ya que no siempre tenemos el acierto necesario para dar en el clavo.

Navidad con JumpersLos regalos para los padres son los más complicados de gestionar. A pesar de que nos gusta salir de compras, no siempre tenemos el acierto necesario para dar en el clavo.

Abrid el calendario ahora mismo y poned vuestra vista en el que día que estamos. ¿Cuánto queda para comenzar la época fuerte de los regalos? Primero nos toca torear con las cenas de empresa, unos días más tarde con los eventos familiares. Haced cuentas: amigo invisible, Papá Noel y la mágica noche de Reyes. Una de esas citas la vais a vivir casi seguro. Tres citas para regalar que pocos nos saltamos en Navidad. Puede que incluso acabemos regalando en las tres.

Aunque, según cifras de Dawanda, a los españoles nos va la marcha: un 72% de los que encuestaron reconocieron que salen de compras navideños porque sí, porque les gusta. De hecho, reconocemos sin problemas que nuestros regalos no salen del corazón (59%). ¡Es más! Para llevar la contraria a las cifras que nos tachan de vagos y de dejarlo todo para el final aquí va otro porcentaje: solo un 23% lo deja para última hora. Game Over, estereotipos.

Correcto, los datos dicen que regalamos de corazón pero, ¿tenemos siempre la puntería necesaria para acertar? Los números también nos acompañan en este caso y no engañan: muchos regalos acaban en tiendas de segunda mano o cambiados. ¿Qué es lo que más odiamos recibir en Navidad?

La ropa: elegir la ropa como regalo es arriesgado. Hay que conocer muy bien a la persona o puedes acabar regalando una gran boñiga. Dentro del segmento textil hay que diferenciar los calcetines o la ropa interior. Puede que sean dos de los regalos más odiados de la historia. Sobre todo los primeros. Por no hablar de las zapatillas de andar por casa que le regalaban a Herminia en Cuéntame. Eso sí que es un sacrilegio.

¿Una tarjeta regalo?: ojo, que reconocemos que como alternativa no es mala. Los estudios dicen que regalar a un padre es muy difícil, y a veces hay que buscar una escapatoria. Pero regalar una tarjeta con dinero precargado puede que suponga perder directamente la magia de la Navidad.

Electrodomésticos: cuidado con esto que es entrar en un terreno muy pantanoso, sobre todo si es para tu madre o tu mujer. No hay cosa peor, ni más machista, que regalar una plancha o una lavadora a una chica. Es más, las madres modernas puede que terminen por utilizar la plancha como arma arrojadiza contra el hijo desalmado que es capaz de regalarla. Amigos, hay que dar más vueltas a la cabeza.

Un pack de belleza: los hay muy bonitos, y puede que en el mundo haya amantes de este tipo de productos, pero estamos hablando de algunas cosas que se compran por poco dinero en un supermercado común. Los geles especiales o unas sales de baño no suelen ser armas habituales en nuestra vida diaria y, no lo olvidemos, se gastan muy pronto. ¿De verdad os gustaría recibir un regalo tan efímero?

Fotos: en la era de las redes sociales, ¿en serio es necesario regalar un recopilatorio de fotos? Como elemento decorativo y emocional puede estar muy bien, pero tras hacer los trabajos de investigación pertinentes hemos llegado a la conclusión de que teniendo todas en Facebook, ¿para qué?

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