Si los huevos, las tartas o la tortilla de patata tienen su gran día, ¿cómo es posible que la hamburguesa no tuviera su correspondiente día internacional? Pues lo tiene: el 28 de mayo se celebra una oda al auténtico icono de la comida rápida. Ya lo puedes apuntar en tu Google Calendar para que en 2020 no te pille de imprevisto. Ya te avisamos de que venimos con datos contundentes para que puedas sacar este artículo en la próxima cena y tener debates candentes. Por ejemplo, ¿sabías que la primera hamburguesa -según las versiones más aceptadas hasta el momento- data de 1834 en la ciudad de Hamburgo? Bien, ya no hace falta que sigas culpando a EE.UU. de haberte engancho a ellas.
Un día para comer sin remordimientos
Casi con toda seguridad, no estás leyendo esto un 28 de mayo, pero ¿eso supone un problema para poder llevarte una hamburguesa a la boca? Todos los días podría ser su día internacional. Y es que en España sabemos rendirle el homenaje que se merece, sobre todo los viernes y sábados por la noche, que es cuando más se consume. Según una de las empresas que más comida a domicilio reparte en nuestro país, tres de cada diez pedidos que llevan a nuestras casas son de hamburguesas.
¿Y esta cantidad nos otorga una medalla? Pues no, todavía tenemos que mejorar si queremos al menos el bronce, porque el ranking nos sitúa en el cuarto puesto europeo
Y a ti, ¿cómo te gusta la hamburguesa?
Te debería gustar en cualquier día de la semana y del mes, eso lo primero. Cada 28 de mayo nos comeremos una con más ganas todavía, pero lo importante no es el cuándo sino el cómo y con qué ingredientes. Todos coincidiremos en que este plato no es precisamente el más sano de una alimentación equilibrada, pero si lo metemos en ese 10% de comida insana que nos podemos permitir mensualmente, hay hueco para una hamburguesa de vez en cuando. Eso sí, hazla lo más saludable posible. Por ejemplo, pídele a tu carnicero de referencia que te pique la carne fresca. La disfrutarás mucho más.
Hablemos de acompañantes
Sin llegar a ser unos expertos culinarios, nosotros hemos debatido mucho con nuestros compañeros de cenas acerca de lo que debe llevar una hamburguesa. Primera conclusión por adelantado: no te vas a poner de acuerdo con casi nadie. Pero ahí está la magia: en mantener un acalorado debate que culmine con un coulant de chocolate para postre. Queso cheddar, cebolla y bacon se han erigido como los acompañantes de cabecera para los españoles. Pero como no hay dos hamburguesas iguales, es posible que siempre te sientes a la mesa con el típico que le quita la cebolla.
El pan, ese gran olvidado
¿Todos coincidimos en el que el pan es otro 50% de una hamburguesa top? Para salir del paso cualquier panecillo nos vale, pero si vamos a uno de los 15 mejores sitios en los que devorar una, entonces querrás encontrar un pan a la altura de tus expectativas.
Y esto nos lleva a un segundo dilema que esperamos resolver con vuestra ayuda: ¿panecillo o hamburguesa en bocadillo? Ahí queda la cuestión.
¿Con o sin salsas?
Es necesario abrir el melón de este espinoso asunto. La mayonesa también se ha colado en el ranking (no oficial, porque nada en este tema puede ser oficial) de complementos que más gustan a los españoles con su hamburguesa. Pero hemos visto durante años grupos de amigos fraccionados y tambalearse en la cuerda floja por otro intenso debate: ¿kétchup sí o no? Te volvemos a hacer spoiler: no encontrarás un punto común. Están los que ven al kétchup como un sacrilegio para la hamburguesa, y los que piden acaloradamente dos botes para ellos solo.
Para todos los que estáis en la segunda opción, felicidades, uno de esos grandes estudios de la Universidad de Oxford os da la razón: según la ciencia, la hamburguesa ideal, la venus de las hamburguesas, debe llevar kétchup. ¿Debate cerrado?
Una vez que ya hemos puesto sobre la mesa alguno de los debates más interesantes, ¿nos cuentas cómo es tu hamburguesa favorita?