¡Las vacaciones escolares no deberían ser un problema! Es una buena época para disfrutar de infinidad de planes en compañía de los más pequeños.
Con el anuncio de Justino y el encendido de luces en muchas ciudades se abre la veda de la Navidad en España. Unas fechas muy marcadas en las que hay unos protagonistas muy especiales: los niños. Para ellos la Navidad no llega oficialmente hasta que en el colegio les dan vía libre a las vacaciones. El reto de cada año es colmar sus deseos de hacer cosas, y que el tiempo libre no se convierta en un problema. ¿Qué opciones tenemos? Coged lápiz y papel, o haced captura de pantalla, que vienen nuestros planes navideños.
Nosotros entendemos que hay dos cosas que deberían ser obligatorias en Navidad: ver la nieve y hacer una visita a los encargados de hacernos regalos. Los Reyes Magos y sus emisarios todavía tardarán un poco en pisar España, pero mientras tanto del tema regalos para los niños buenos se encarga Papá Noel. Bien escoltado por sus pajes, está presente en todas las ciudades de España para dar buena cuenta de nuestros deseos. Si eres niño y no te sientas en sus rodillas, no es Navidad.
El tema de la nieve es cosa aparte. Pisarla y jugar con ella en fechas navideñas debería estar regulado por ley. Opciones hay muchas para que los más pequeños disfruten con ella: la escapada oficial para esquiar con ellos (o enseñarles) o bien ponerse un impermeable, cargar un par de trineos en el coche y pasar un día descendiendo alguna empinada cuesta montañosa, entre bajada y bajada siempre está el típico bolazo de rigor. En este último caso, no olvidéis los calcetines de repuesto.
Las visitas fugaces a entornos naturales son siempre una buena opción, y si hay animales de por medio ya es la locura. Este tipo de planes no tienen edad, y además es garantía absoluta de que los niños duermen bien por la noche. La baraja de opciones es elevada, y más teniendo en cuenta que España es el segundo país de Europa en superficie forestal. Es decir, todos tenemos un bosque cerca para ejecutar este plan. Si no nos apetece coger el coche y pasar frío fuera de la ciudad, tenemos que recurrir a los zoos o acuarios. Una jornada ‘pasada por agua’ no es mal recurso. Y en España también vamos servidos de peces.
Opciones urbanas
Efectivamente, dentro de la ciudad también hay opciones interesantes. ¿Por qué no un paseo en un bus turístico?, a los más pequeños les chifla montar un bus y si encima tiene dos pisos, el éxito está garantizado. Las ciudades más grandes disponen de este servicio, que por Navidad suele engalanarse para la ocasión.
Otra parada obligada de cualquier amante navideño: los mercados de Navidad. En muchos países son una auténtica religión y en España comienzan a coger fuerza. El Mercadillo de la plaza del Ayuntamiento de Tallin es uno de los más pintorescos, pero si viajar hasta Estonia no entra en vuestros planes, siempre os queda el de Madrid, el de Zaragoza o el de vuestro destino español favorito.