¿Y tú en qué bando te encuentras en los de «por fin veranito» o en los que se agrupan bajo el lema de «odio el verano»? Ya te avisamos que nosotros no queremos posicionarnos, que nos gusta mucho la neutralidad, pero sí que nos gusta dejar reflejado y por escrito que no todo el felicidad pura. El verano puede traer a nuestras vidas grandes momentos… pero también cosas que, tal como diría David Broncano, están feas. Y sí, te hemos recopilado algunas para que las puedas compartir con aquellas personas que comparten tu gusto por el haterismo veraniego. ¡Aquí van!
Nuestra selección de cosas feas del verano
- Tener piscina y no invitar un solo día: que sabemos que no va a ocurrir, porque si tienes piscina estás más que localizadx por tus amigxs, pero lo que realmente estaría feo es que tengan que ser ellos los que reclamen asistencia. Si son amigxs de verdad poco menos que deberían tener copia de la llave para entrar y barra libre en tu nevera.
- Llevar bañadores turbo: ¡ojo! Nosotros no recordamos la última vez que los vimos en una playa o piscina, pero nadie puede estar seguro de que algún día vuelvan con fuerza. Hay que tener mucho cuidado con este tema, que luego llegan los disgustos. Sí, que cada unx se ponga lo que le de la real gana con total libertad, pero sí hay algo en tu interior que te dice «no», hazle caso.
- Estar orgulloso de llevar bandolera: unas de las mejores enseñanzas de Pantomima Full. El vídeo que te dejamos a continuación sirvió para que muchos abrieran los ojos. Sabemos que llega el verano y es complicado llevar todo en los bolsillos, pero no puedes olvidar que existen otras alternativas que te abren un mundo de posibilidades. Los bolsos para chico, las primeras. O una mochila, que debemos recordarte que no era un accesorio únicamente válido para llevar los libros del colegio.
- No rellenar la botella de agua fría: otro vídeo al que le daríamos 1 millón de likes. DON Juan Amodeo ha expresado en pocos segundos el odio absoluto que debería tener la humanidad con aquellas personas que se beben el agua fría y no la rellenan. Es que ni siquiera es necesario argumentar el motivo por el que está feo. Es de lo peor que se puede hacer cuando el calor aprieta.
Ver esta publicación en Instagram
- Subir 100 fotos de tu terraceo: no olvides que hay gente que acaba muy tarde los exámenes, o que trabaja en horarios que no le permiten vivir el veranito a fuego. Y la envidia es muy mala en julio y agosto.
- Llevar horarios: si estás de vacaciones de verano y le vas poniendo horas y planificando todo lo que vas a hacer durante el día, a nosotros no nos hables hasta septiembre.
- No ver un atardecer: estamos totalmente enamorados de los atardeceres que se pueden ver en España. Y pensamos que uno de los mejores planes que se puede hacer para cerrar cualquier día veraniego es tumbarse a ver uno. Una idea totalmente compatible con hacer cualquier otra locura o plan más hardcore a otras horas.
- Ponerle el apellido fresquito a casi todo lo que bebes: estamos muy en contra de los bañadores turbo, pero casi todavía más en contra de los diminutivos. No sabríamos decir cuál de ambas opciones ganaría el duelo. El caso es que llega el verano y nos vemos invadidos de cerveza fresquita, agua fresquita, ensalada fresquita, ropa fresquita… Y mira, que no. Que no podemos. Si alguna vez pronunciamos la frase “odio el verano”, posiblemente sea tras escuchar algo fresquito.
Apunte adicional antes de poner el punto final: estamos muy en contra de los bañadores turbo y de las cosas con el adjetivo «fresquito», pero también muy a favor de que a ti te encanten 😉 ¡Feliz verano!